
Sábanas blanco rosa y carmesí,
que les cubren, que les tocan.
Fragancia de dos cuerpos,
que emanan como recuerdos,
como gemidos ahogados,
en las fibras de seda dulce y suave,
que albergan aún lo que fue un frenesí.
Yace todo en calma,
Ella y Ella…respiración pausada,
Ella y Ella…piel fresca y ruborizada,
Ella y ella…satisfacción lograda.
Párpados que vibran,
cubriendo una mirada,
una sonrisa que se insinúa,
una voz apagada,
que urge volver a la cama.
Esa mirada, que no enfoca,
que no mira,
esa piel tersamente erizada,
que en silencio ¡Ella! grita.
Y todo alrededor se diluye,
en un espacio de pasiones y deseos pintado,
donde los cuerpos de Ella y Ella entrelazados,
jugaron haciendo el amor,
por días de días sin descanso.
Ella y Ella se aman,
Ella y Ella se desean,
Ella y Ella son lesbianas...
y lo que el mundo piense...
les resbala.