Te veo, te siento, te deseo,
Mi cuerpo grita por ti,
Por sentirte piel a piel,
Por sentirte dentro,
Dentro de mi mente,
Dentro de mi boca,
Dentro de mi cuerpo.
Mi ser te recibe sin duda y con gran lujuria,
Como si el ayer de pronto mañana fuera,
Como si el ayer de pronto mañana fuera,
Cual si rio desbordado en una noche de tormenta sin tregua.
Mi mente te invoca, te reconoce y te extraña,
No entiende, pero dentro de ella te mantienes,
Sin pensar más en nada...
Sólo en lograrte llevar conmigo a la cama.
Sólo en lograrte llevar conmigo a la cama.
Y me siento entre la espada y la pared,
Entre lo esperado y aceptado…y lo prohibido y repudiado.
Me siento en un limbo sexual,
No encuentro denominación, ni clara identidad.
De minoría pasé a infinitesimal,
De paria, a quien cuyo nombre ni se pronuncia,
De ser parte a no saber a qué pertenecer,
De ser parte a no saber a qué pertenecer,
De haber asegurado nunca más beber de tan delicioso néctar,
Estar embriagada del mismo a más no poder.
De haber sabido quien era,
A no saber cómo llegué a ser lo que ahora siento y soy.
Mi sentido común se revela,
Por sentir sin vergüenza pero con urgencia,
Cómo tu cuerpo y voluntad en y dentro de mí se manifiesta.
Mi sentido común se revela,
Por sentir sin vergüenza pero con urgencia,
Cómo tu cuerpo y voluntad en y dentro de mí se manifiesta.
Hoy ya no tengo referencias,
Tampoco apoyo o comprensión,
Me siento sola y apartada,
Con un cuerpo que desesperadamente te aclama.
Y eres tan sólo parte de mis sueños,
Sueños que podría tocar de tan real,
Deseo un cuerpo humano sin rostro,
Que aparece y se niega,
A dejarme u olvidarme,
A liberarme…de lo que siento con enloquecedora pasión,
Deseo un cuerpo humano sin rostro,
Que aparece y se niega,
A dejarme u olvidarme,
A liberarme…de lo que siento con enloquecedora pasión,
Que tuya no quiero ser, porque ya soy,
Y la tierra bajo mis pies se tambalea,
Sin la más mínima compasión.
Y la tierra bajo mis pies se tambalea,
Sin la más mínima compasión.
Y ni siquiera te conozco,
Puede ser que nunca lo haga,
Pero mi alma grita de terror…
Pero mi alma grita de terror…
Puede ser que por ti a las calles salga,
Igual que una hembra en brama...
Sin culpa, sin pensarlo, sin más que nada.
Sin culpa, sin pensarlo, sin más que nada.
Me tengo miedo,
Me tengo sin palabras,
Me tengo sin sentido,
Me tengo sin razón.
Me tengo nada…ni siquiera me tengo yo.
Y ahora en la oscuridad de mi aturdimiento,
En ti pienso y veo,
Sin poder o querer evitarlo,
Sin poder o querer evitarlo,
Que mis leyes y normas…irremediablemente,
Has despiadadamente cambiado.
Has despiadadamente cambiado.
Ay de mí, como lesbiana,
Ay de mí como mujer,
Ay de mí como alma en pena,
Ay de mí que mi vida se enreda…se quiebra.
Pues he caído en una terrible…trampa,
Un malabar del cuerpo inquieto… injusto,
Un sortilegio de la imaginación…desbocada,
Un designio de las diosas…enfurecidas y frustradas.
Y deambulo noche y día,
Y deambulo noche y día,
Cual si urgencia de vida o muerte fuera,
Hasta lloro de dolor y pena,
Aunado a un deseo irreprimible que me ata y encadena…
Hasta lloro de dolor y pena,
Aunado a un deseo irreprimible que me ata y encadena…
He caído en el deseo,
El deseo simple y llano,
Sin sentido,
Sin razón,
Sin sentido,
Sin razón,
Sin otro propósito que no sea,
El querer con desenfreno…
¡Con un hombre… tener sexo!
¡Con un hombre… tener sexo!