Cuando es rico decir lo que plazca, lo que salga, lo que sea.

Sin importar
quien te oiga o quien te lea.

Ser sincera, desde la clandestinidad, ahorra suceptibilidades y malos entendidos.
Las verdades y las mentiras, ofenden a
veces sin medida.

Pero si no hay agresor, tampoco puede haber agredido.


22.4.10

ERRORES


Errores, de antes y de ahora, que pesan, pesan como rocas en el pecho, sobre la cabeza.
Esos errores que quisiéramos borrar, pero el daño hecho está y no hay vuelta atrás.

Me sofoco, con respiración entrecortada, no logro superar mi realidad.
Porque es real, es peor de soportar.

Errores que nos persiguen sin tregua, de noche y de día, sentimos su presencia.
Errores que no se logran detener, que siguen creciendo sin medida, sin proporción.
Y pesan, el diario vivir nos recuerda, lo mucho que pesan.

Ver el horizonte se vuelve una nueva experiencia, porque no hay fin a nuestra pena.
Es una visión terriblemente desoladora, el saberse a merced de las consecuencias de errores, errores que nunca serán superados.

No hay disculpas que valgan, no hay enmiendas que alivien, no hay palabras que sanen, no hay caricias que apacigüen…a ese sentimiento de despecho, de locura, de odio que destruye todo poco a poco y sin remedio.

Errores porque no se vio lo que era.
Errores porque no se pensó en consecuencias.
Errores porque no se tuvo el valor de dar la vuelta.
Errores porque la vida es una lata y no hay esperanza.

Si tan sólo hubiera vislumbrado, entre una mente confusa, al borde del precipicio, a punto de dar el paso nefasto y definitivo, lo que el futuro presagiaba y la pena intensa asociada…otra sería la tonada.

Errores estúpidos, ingenuos, soñadores, catastróficos, irremediables, pesados, dolorosos.
Si pudiera dejar esa carga tirada, saldar cuentas de una vez por todas, negarme a seguir por un error encadenada, desdichada, apagada y cansada.

Pero terminar con un error, a veces puede ser el inicio de otro, y otro. Porque la vida es a veces una cadena de eventos sin razón. Errores que nos marcan, prisioneras de sus garras.

Pero hay un límite para todo, de eso cada día me convenzo y cercioro. Está aceptado el pago por mis errores, pero no más. Ya no más martirio, ya no más ver la vida sin aroma, sin sonido y sin color. De los errores si algo he aprendido, es a decir, ya no.

A LAS MUJERES EN MI VIDA

Por ustedes he vivido, lo imaginable, inimaginable y más allá.
Sin rencor ni remordimientos, de ustedes y por ustedes me inspiro y luego escribo.
Gracias por lo bueno, y por qué no, por lo no tan bueno.
Aprendí tanto que me asombro, me embarga la emoción y sus recuerdos, de mi mente, borrarlos es tan imposible, como negar a la luna o el sol.
SIEMPRE LAS LLEVARÉ CONMIGO, EN TODO MI RECORRIDO
JAMÁS LAS OLVIDARÉ Y NADA LES REPROCHARÉ
por eso: SIEMPRETODO Y JAMASNADA.
con todo mi AMOR.