Mi cuerpo tiene ganas,
quiere experimentar algo nuevo,
no entiende ese empeño,
de estar por ello tan inquieto.
quiere experimentar algo nuevo,
no entiende ese empeño,
de estar por ello tan inquieto.
Mi piel tiene ganas,
que la toquen sin recelo,
que una lengua tersa y tensa,
la marque toda y en cada recoveco.
Mis pezones tienen ganas,
de ser mordisqueados y apretados, acariciados,
pues el placer que ellos buscan,
un alivio urgente imploran y suplican.
Mi boca tiene ganas,
de besar profundo, tan profundo,
como casi llegando al fin del mundo,
de probar dulces néctares escondidos,
aunque por algunas sea prohibido.
Mis manos tienen ganas,
de frotar, entrar y salir mil veces,
de lograr en la mujer indicada,
sensaciones ni imaginadas.
Mi clítoris tiene ganas,
de ser tratado con dulce calma,
para poco a poco en crescendo,
lograr un orgasmo intenso.
Mi vagina tiene ganas,
de ser ocupada y estirada,
de lubricarse en abundancia,
y con lengua, dedos, puños, juguetes…y ¡qué se yo!
sin reservas ser penetrada.
Mi ano tiene ganas,
De un dulce masaje,
y lentamente explorada,
con mucho cuidado y experiencia ganada,
de reconocer, jugar, experimentar,
amar y ser amada.
Mi cuerpo tiene ganas,
de dejarse llevar en un viaje,
de locura erótica desenfrenada.
De no limitarse en nada,
de ser sorprendida en la cama,
de dejarme llevar a tierras extrañas.
Quiero en cuerpo y alma,
sentirme VIVA, dentro y fuera de una cama.
Gozar mi cuerpo y el de aquella,
que por su osadía y valentía,
me arrastre en un torbellino lujurioso,
aunque sólo sea una vez en mi vida.